Para ser humano en el tercer milenio, en la era de la salud y no de la enfermedad

 




 
Profesionales Artículos Lista de Correo Diccionario Noticias Biografías





Calentamiento global

Advierten sobre el calentamiento global. Advierten que los calores insufribles llegan a la vez que los vientos helados soplan. Una mezcolanza de climas y desastres se hacen cada vez mas presente, que una nueva era de hielo se avecina si no se detiene la mano del humano que a diestra y siniestra no resguarda el hábitat en el que nació y creció.

Todo parece ficción hasta el día en que los vientos te levantan la casa desde los cimientos, o el calor te quema bosques enteros. Lugares que alguna vez fueron maravillosos y era un placer caminar por allí. Todo parece ficción hasta el momento en que las temperaturas extremas tanto en frío como calor te dejan sin paliativos para socorrer a tus abuelos a tus hijos a tus seres queridos. ¿Y cuanto más sufren aquellos que nunca tuvieron nada y lo poco que construyeron para ubicar un hogar para su familia es destruido de un plumazo?

Dicen las noticias que la perversa mano del hombre se manifiesta en la contaminación del planeta, que es posible que se produzcan nuevas catástrofes debido al aumento de la temperatura en el planeta. ¡Y también que las pérdidas sufridas por los desastres provocarán pérdidas de mas de
200.000 millones de dólares, pero que se quedaron cortos porque ese huracán en Estados Unidos ya se llevó mas de 100.000 millones! ¿A quién puede importarle un centavo que no vale nada ante una naturaleza que no basa su valor en billetes?

Las noticias, siempre con metáforas que oscurecen tanto como aclaran en miles de ocasiones, dicen que es por culpa de la mano del hombre. Pero ahí se equivocan. No es la mano del hombre lo que está causando todos estos desequilibrios en el planeta, es la conciencia del humano que no mide las consecuencias de sus actos, que no respeta a otras formas de vida y menos a otros humanos que se distinguen por unos cuantos rasgos que los diferencian pero que son tan respetables como cualquier otro que se estima a sí mismo con todo el derecho a sentarse en confortables sillones para tratar cualquier tema que es factible de convertirlo a valor moneda en este sistema productivo en el que nos movemos.


La mano responde a la mente

La mano es la metáfora utilizada para dar cuenta de que se trata del trabajo y de las acciones indiscriminadas del humano sobre el mundo, pero en realidad hay que poner la atención no tanto sobre "la mano" del hombre, sino en la conciencia del mismo que hace y deshace el mundo humano que hemos construido. La mano del hombre como metáfora del trabajo, no ha sido tomada en cuenta más que para la producción ejecutora. ¡Oh, sí podemos ver la mano del hombre hachando los montes, cortando los árboles, incendiando el aire con monóxido de carbono, etc.! Sí, sí, podemos verla, pero lo que no se ve es dónde está la conciencia que provoca eso, la conciencia que ordena que sean cortados los árboles centenarios, que se destruya el hábitat de millones de animales y seres humanos en el planeta, no vemos a la conciencia que ordena que sea hecho eso porque seguramente se encuentra en algún lugar un poco más alejada de la mano con la seguridad de que de esa manera multiplicará su capacidad de agregar un cero más a sus operaciones matemáticas.

Nunca han sido tomados en cuenta los millones de obreros que llevaron a cabo tal o cual obra aún en contra de la naturaleza. No han sido tomados en cuenta aún cuando ellos mismos podían saber lo que estaban haciendo, pero forzados a llevar adelante el trabajo a cambio de dinero debían continuar con la tarea porque de ese trabajo, bueno o no, dependía la estabilidad y alimento de su familia. No han sido tomados en cuenta porque quien dirige la obra pone el mandato desde su pensamiento, el que basado en el interés económico presiona para hacer o deshacer.

El mundo en el que vivimos es un mundo humano, porque el humano le ha puesto nombre a todo lo que ha visto y del que se ha servido, pero lejos de reconocerlo como humano lo ha distanciado de sí mismo para ubicarlo como objeto de abuso antes que a sujeciones de buen uso. Ha sido la cultura en la que nos hemos desarrollado la que se ha estructurado sobre bases pensadas antes que sobre bases reales. Hemos construido pensamientos sobre lo ya pensado alejándonos cada vez más de aquello que es lo más real que tenemos.

El planeta sobre el que vivimos, amamos, nos alimentamos y nos reproducimos, crece, vive y se alimenta, tiene el placer de vivir cerca del sol y frente al espacio con millones de estrellas. El planeta es un ser vivo que se manifiesta y se expresa a pesar de nuestro lenguaje que ha cerrado la puerta a la interacción con otros tipos de acceso al conocimiento.

En este mundo inmenso para la vista de uno, pero microscópico para la espacialidad real del universo hemos creado un mundo que nos lo representamos como desconocido y al que dominamos por la acción desde la palabra que mueve las manos, por tal motivo es que nos alejamos de la estructura que nos sostiene para elevarnos en el pensamiento y volar a reinos de la imaginación que sustituye a los de la creación acercándonos demasiado y de manera peligrosa a la destrucción.

Los países "centrales" del humano mundo en el que vivimos, tienen la característica se sentirse frente al resto de países como la conciencia del mundo, quienes detentan el poder de llevar vida, felicidad, muerte o destrucción donde quieran y de acuerdo a sus propios intereses, deciden los momentos y las circunstancias para expresarse y ordenar que algo sea hecho o deshecho, mientras que el resto es la mano ejecutora o el inconsciente que se desplaza bajo sus propias fuerzas.

Somos capaces de entender que se pagan millones de dólares por un manuscrito antiguo, que de alguna mente ingeniosa y notable salió que entender que se debe comprar y cuidar a una vaca para que dé leche y alimente a cientos de niños hambrientos en el "humano" mundo. Se puede entender que no hay tiempo para renovar nuestros recursos energéticos reemplazándolos por nuevas formas de energía limpia si nos basamos tan solo en la binaria información que nos lleva a decidir en un sí o un no que repercutirá en cuánto se perderá en dinero a plazos inmediatos. Se puede entender, pero no se puede aceptar. Y si no se puede aceptar y se continúa en la misma senda, el mismo camino nos destruirá, porque no hemos considerado al camino como un medio sino como un fin en sí mismo, y cuando el medio es convertido en fin, termina destruyendo a quien abuse de él. Del tal manera el mundo es nuestra oportunidad para la vida o el último rincón para la desaparición como especie. Avisos ha habido muchos, advertencias han aparecido siempre, y nadie las oyó, nadie las leyó, nadie las aceptó.

Estamos dispuestos a aceptar que la mente puede crear enfermedades en el cuerpo llamándolo psico-somatización, pero al parecer nadie está dispuesto a entender que la conciencia del mundo da un mensaje y lleva a cabo acciones contrarias a los mismos. Son los gobiernos de todos los países los que unidos por la voluntad de evolucionar en armonía deben llevar a cabo planes de estabilidad económica, política y social que no afecte al único cuerpo que tenemos, esto es nuestro planeta que a pesar de todo aún vive, solo que se está defendiendo de las incoherencias del lenguaje humano.

Volver a la naturaleza significa dejar de creernos una fábula sobre nosotros mismos y reconocer a tiempo que somos la conciencia de todo cuanto ha sido creado, por lo tanto la tierra es nuestro cuerpo y todo juntos somos su alma.


© Miguel Ángel Arce

Consultor Psicológico
Esp. Desarrollo Personal
Sexologia Educativa (UBA)
Sexologia Clinica (UBA)
arcem@clinicamente.com.ar

 

Clínicamente

 


 

 

 

webmaster@clinicamente.com.ar

Aviso Legal