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EL NUEVO SEXO, "CIBERSEXO".... En base a lo observado, a comentarios, e inclusive a gran cantidad de e-mails que recibo de mis conocidos (casi todos varones y también algunas mujeres), puedo intuir que varios de ellos visitan sitios porno en la Web, por curiosidad seguramente, pero también buscando satisfacer ocultos deseos de expresión de su sexualidad. Quienes envían imágenes porno pueden ser solteros o casados y de variadas edades. Si bien es obvio que tanto unos como los otros mantienen esta afición (o adicción...) en el secreto y la intimidad, en algún momento algo les hace sentir la necesidad de compartir estas "curiosidades sexuales" con otros, buscando entonces en los amigos a quienes pudieran ser "cómplices" o "confidentes" de estos asuntos. Por supuesto que muchas veces los envíos son acompañados de comentarios risueños y picarescos que intentan "suavizar" el contenido o bien encubrir la forma en que estos fueron conseguidos. Aún cuando ellos mismos los hayan recibido de otros, el reenvío es síntoma al menos de haber provocado en el reenviante más conmoción que rechazo. Los contenidos pueden ser seguramente variados y relativos a cualquier conducta sexual, excepto las más duras como "snuff" (sexo seguido de crimen), paidofilia (sexo con niños), sadomasoquismo (placer sexual sufriendo o haciendo sufrir) y otras, que seguramente serían mucho más difícilmente posibles de confiar, sin riesgo de ser rechazados y considerados como perversamente enfermos. Intentando hacer un análisis de esto podemos presumir que hay muchas personas que acuden al "cibersexo" a fin de canalizar por esta vía sus deseos conscientes o inconscientes y validar estos deseos socialmente, por un medio que de alguna manera los protege del prejuicio y la censura, amparándose en la broma para poder de alguna manera concretar las fantasías, y recurriendo en definitiva a esta actual afición al sexo despersonalizado. No solo existe en la Internet el acceso visual a todas las formas posibles de pornografía, sino también abundan, y cada día más, los sitios Web donde se interactúa, ya sea mediante cámaras Web o enviando fotografías amateur personales, de parejas, etc.; de contenido erótico y/o pornográfico, para compartirlas con conocidos y desconocidos, en un claro ejercicio del exhibicionismo (mostrarse) y el voyeurismo (mirar). Esta interacción sexual también se lleva a la práctica en infinidad de "salas de chat", donde los usuarios se erotizan escribiendo, verbalizando y/o sumando a esto cámaras, bajo el anonimato de un "nick" (seudónimo), y en algunos casos es el paso previo al encuentro personal para concretar una fantasía con quien o quienes la comparten. El cibersexo produce hoy en día un impacto social, como adicción sexual y como una conducta sexual relativamente nueva y distinta de las tradicionales, sumándose a las patologías denominadas parafilias ( para: distinto de; filia: amor) como "ciberfilia" quizás...; siendo un tema de análisis además, quiénes acuden a el y por qué. Al introducirme en la temática de "la cibernética y el sexo", no me produjo sino la sensación de un tema trivial y cotidiano, con mi propio prejuicio sobre que quienes lo tomaban como algo traumático, sin duda exageraban por pudorosos, más aún cuando en mi propia cotidianeidad no es excluyente el recibir material pornográfico vía Internet, y habiendo yo mismo además esporádicamente accedido a algún sitio de la Web que me resultó intrigante. Durante la investigación que me introdujo a este tema, me sucedieron distintas sensaciones que partieron desde la descripta, hacia un interrogante sobre si era esto una conducta sexual "sana" o una parafilia, y a través del análisis pude comprender que lo que a veces nos rodea en nuestra cotidianeidad, puede esconder contenidos insospechados, ligados a sentimientos y deseos de cada individuo, y que solo necesitan una vía a través de la cual hacer aflorar aquello que por un motivo u otro no nos es posible exteriorizar. Lo trivial pasó sin darme cuenta a ser tan complejo como nunca hubiera sospechado cuando lo leí al pasar. El tema es complejo y recién comienzan a observarse los resultados parciales de una corta experiencia del cibersexo en la vida de millones de seres humanos que han elegido este medio para ejercer su sexualidad. Supongo que muchos de quienes lean este artículo posiblemente sientan lo mismo que yo sentí en un primer momento, y a partir de allí comenzarán a reflexionar sobre sus propios contactos o el de sus allegados con el cibersexo y la pornografía, y el oscuro submundo al cual tienen libre acceso los niños y adolescentes, en casa o en el "ciber", y los peligros a los cuales están ellos expuestos. El cibersexo no tiene ningún tipo de fronteras y se encuentra contenido dentro de los que hoy se define como el "mundo de la pornocrácia". Clr. Enzo Edgardo Bertolini Counselor - Psicólogo Social Sexólogo U.B.A. - Consultas: enzobertolini@hotmail.com Cel: 154401-2853 Buenos Aires Argentina |
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